Nuestros productores se comprometen a adoptar prácticas agroecológicas que respeten el equilibrio natural de la naturaleza para reducir su impacto en el medioambiente.
La importancia
de observar
El productor controla a diario que sus campos de manzanos se mantengan en equilibrio gracias a la observación y utilización de herramientas de seguimiento. Estas le permiten anticiparse a los riesgos meteorológicos, los ataques de plagas y la aparición de enfermedades.
Apostamos por
la biodiversidad
Gracias al crecimiento de vegetación entre las hileras de manzanos, a la existencia de maleza, a la plantación de setos alrededor de los huertos y a la instalación de refugios para animales, el productor crea las condiciones favorables para que se desarrolle la fauna auxiliar.
Priorizamos
las soluciones naturales
Para proteger su plantación, el productor intenta emplear siempre técnicas naturales.
Cada gota
cuenta
Los productores utilizan sensores de humedad y estaciones meteorológicas para ajustar el riego. El riego se hace gota a gota o por microaspersión para aportar la cantidad justa de agua que permita que el árbol y los frutos se desarrollen sin desperdiciar ni una gota.
Favorecer
la vida del suelo
Los suelos albergan mucha vida y tienen un papel clave en la calidad de las manzanas. Al favorecer el desarrollo de hierbas entre las hileras de manzanos, de flores e insectos varios, conseguimos que el suelo sea rico en materia orgánica, lo que permite preservar la fertilidad de los suelos.
Combinando todas estas prácticas obtenemos los campos que respetan el medioambiente, favorecen la biodiversidad y contribuyen a la sostenibilidad de nuestra agricultura.